miércoles, 7 de diciembre de 2011

ENTREVISTA AL DOCTOR MARCIAL RUBIO CORREA (Primera Parte)


Esta entrevista tiene como temas centrales la metodología jurídica y la preparación requeridas en uno de los episodios más trascendentales en la vida académica y profesional de un abogado: su Examen de Grado. El doctor Marcial Rubio Correa, abogado y rector de la PUCP, ha desarrollado el tema en su libro “El Sistema Jurídico. Introducción al Derecho” y comparte con nosotros mayores precisiones al respecto nunca antes publicadas. 

(Foto: Estefanía Shulca)

¿Por qué es importante trabajar de forma metódica en el estudio de un caso y en la investigación jurídica?
El quehacer intelectual humano es esencialmente metodológico porque el espíritu racional debe seguir algún orden. La filosofía y más tarde la teoría de metodología científica, han desarrollado de diversas formas los métodos de trabajo. Cada disciplina tiene uno distinto.
El Derecho tiene el suyo que, de una u otra forma, se desarrolla pasando de los hechos a los problemas, al análisis y a las conclusiones. Una versión desarrollada de esto es la retórica grecolatina, que se inició precisamente en el ámbito del Derecho y luego fue proyectada a todo esfuerzo de convencer a los demás sobre los argumentos propios (que es la esencia de la retórica como disciplina).


Su método para el trabajo jurídico es muy conocido ¿Cuáles son las principales influencias del Método desarrollado por Marcial Rubio?
El método que yo escribo en el anexo 1 de El Sistema Jurídico no es sino condensación de diversas lecturas que hice sobre el tema en mis primeros años de enseñanza. La base fue El Discurso del Método de René Descartes. También algunas lecturas que recibí en mis épocas de estudiante y los primeros atisbos que hice en aquel entonces a la retórica clásica, principalmente el libro de ese nombre de Aristóteles.
Lecturas de los últimos años me han hecho ver asuntos complementarios importantes que, espero, trabajaré en otro escrito a desarrollar. Pero lo esencial es lo que he dicho en mi artículo original.


¿Cómo se plantean adecuadamente los problemas jurídicos?
Los problemas jurídicos se deben plantear como problemas interrelacionados (en la medida que esto es posible), haciendo ver la interdependencia de unos con otros, a fin de resolverlos íntegramente. Los problemas son preguntas. Hay que planteárselos así. Como nuestra educación nos enseña a responder y no a preguntarnos, hay que corregir ese defecto de formación para plantearse adecuadamente los problemas. Después de todo, el conocimiento humano sólo avanza cuando uno se pregunta. Si uno sólo se responde, mostrará mucho saber, pero no hace avanzar nada. Lo que pasa es que aprender a preguntarse exige rigor metodológico.


¿En el Derecho toda postura es defendible? ¿Qué hacer en caso de que lleguemos a más de una respuesta final?
Dicen que cuando un ingeniero responde “todo se puede hacer” demuestra su genio. Cuando esa respuesta es dada por un abogado, demuestra su inmoralidad.
En el Derecho no toda respuesta es posible ni susceptible de ser defendida. Hay reglas de interpretación y de integración jurídica que permiten ver los límites. Además, pero muy importante, es el límite de lo moral y lo inmoral. La pregunta ética tiene que ser hecha siempre, aún por los ingenieros, pero mucho más por los abogados.
Hay que defender sólo lo que las disciplinas jurídicas razonablemente permiten de acuerdo a sus métodos y principios, siempre que además sea éticamente correcto. Lo que no tiene estas características no es defendible. En otras palabras: lo defendible debe ser técnica y éticamente correcto.